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Subasta 804, Lote # 123 AG - Emperador Maximiliano - Escudero y Echánove, Pedro. Bando sobre las Bases para el Arreglo del Sistema Penitenciario del Imperio. Zempoala, marzo 29 de 1866. Firma Cesario Lerino.
8 páginas pegadas. Pequeños faltantes y rasgaduras en márgenes, página 3 con mancha de óxido.
Las "Bases para el Arreglo de las cárceles", proyecto que fue encargado por el mismo Emperador al inspector de cárceles Juan Iglesias Domínguez, fue de acuerdo con Georgina López González, la legislación más moderna y humanista que se había hecho en México hasta el momento. La visión liberal de Maximiliano disponía sobre el sistema carcelario trascender el enfoque orientado plenamente al castigo para concentrarse en erigir lugares que permitieran a los infractores regenerarse y reinsertarse en la sociedad, además de ser moralizados. Se creaban varios tipos de cárceles, cada una con propósitos específicos: cárceles centrales, cárceles de distrito, cárceles municipales, casas de corrección, presidios "la Isla de Mezcala, Fortaleza de San Juan de Ulúa; las Penitenciarías de Guadalajara, León, Puebla y los puntos minerales que el Gobierno determine." y lugares de deportación, reservadas para los enemigos políticos del Imperio. Se trataba de evitar las condiciones de hacinamiento y falta de higiene que habían reportado los visitadores de cárceles y los mismos reos; enfermedades en las cárceles como el cólera. Por ello las "bases" establecieron que dentro de los edificios de la administración se construyera "una pieza de baños con lavaderos" y una enfermería situada en el lugar más distante del edificio con "las condiciones higiénicas necesarias, combinadas con las de seguridad" que contaría con personal médico suficiente. Las "bases" reglamenta cada aspecto de las cárceles: dimensiones y condiciones de construcción, inspecciones, higiene y limpieza, aprendizaje de oficios, instrucción civil y religiosa, alimentos, visitas, códigos de vestimenta, seguridad, fugas, administración, carceleros, e inclusive sobre los fotógrafos de los presos. A pesar de ser el proyecto más moderno y racional sobre este ramo en México, fue un proyecto demasiado ambicioso que fue frenado por la falta de recursos y por la falta de legitimidad del gobierno intervencionista, el cual fue perdiendo adeptos.
Véase en: El Sistema Carcelario durante el Segundo Imperio Mexicano 1863 - 1867. Revista Historia y Justicia. Número 2. Santiago de Chile, abril de 2014.
Estimado $ 16,000-20,000
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